Monday, December 27, 2010

"LA PITUCA" DEL BANDONEÓN.

CARLA MARÍA JOSÉ ALGERI, EN UNA CHARLA SIN PROTOCO NI CEREMONIAL, Y SIN LA ESTRUCTURA DEL MOLDE PERIODÍSTICO.
JCV- 26/12/2010- Adrogué, 20, 01 hs. en www.viarrapida.com.ar


Mirando a un cielo abierto, celeste, que me atrapó y me introdujo en el misterio de su universo, los ojos, en la mirada de CARLA MARÍA JOSÉ ALGERI, con su voz suave, y un modular porteño, (Del Barrio Norte) donde mecha palabras como, “¿viste? No, nada”, dándole esa entonación típica, expresiva, llena de metáforas que imprimen una figura visual.

Arrastra una palabra, la acentúa, pone énfasis mientras anuda las historias con pasión, ternura, y el sentimiento aflora, contenido en los recuerdos que va abriendo entre silencios que se meten de a poco en la charla.

Sentados en un peldaño del escenario de la sala Soldi, de la Casa Municipal de La Cultura de Adrogué, Almirante Brown, sin protocolo ni ceremonial, la artista internacional que ha recorrido el mundo, me concedió la entrevista.

He leído algunas notas que le hicieron otros colegas, otros medios y, observé que en la mayoría exponía el relato de su trayectoria, de su formación, de sus vivencias que impregnaron cada paso de su carrera.

Por lo tanto eso, me ponía en la máquina de pensar, ¿Cómo haría algo distinto?, si ella, cuenta su vida y es la misma para todos, por eso le dije, mi nota va a ser como un cuento, una novelita, donde los lectores puedan saber de “La Algeri”, tipo chisme.
La miré de reojo esperando que me diga no, y, escuche, -está bien- Además, la comento, pongo lo que observo, los detalles…-está bien- me respondió.

Con estos permisitos, tiré los encasillamientos de la técnica periodística y empecé a caminar de la mano de una creadora, Carla María José Algeri, mientras la voy mirando, desde su andar, su vestir, sus movimientos, sus gestos y todos esos pequeños detalles que van marcando su personalidad.

Es coqueta y mundana, tiene un vocabulario exquisito, con buena educación, es cuidadosa de las fechas en su relato, y mira a los ojos. Recorre cada rincón de los recuerdos con nombres y hechos puntuales.

La miro curioso a “La bandoneonísta”, esperaba, hasta ese momento, encontrar una instrumentista que se destaca por usar este elemento típico de varones y de acuerdo a las notas leídas, con un inicio del tango desde su niñez, por lo que la imaginaba con un léxico apropiado al medio.

Mientras comenzábamos a calentar los motores, empezamos a carretear despacito, con preguntas del momento y que me permitieron hacer la primera pregunta. ¿Cómo es esto que he leído que sos la Directora de la Orquesta Nacional de Colombia…?

Y, con ello les advierto lectores, que dejaré que CARLA MARÍA JOSÉ, les vaya contando toda su vida, paso a paso, detalle a detalle, como usted amigo lector, quiere y desea conocer a su artista, a esta primera figura del tango a nivel mundial, a esta mujer, que quizá usted la tenga a su lado y quiera tocarla y charlar y hablar…como yo. Y verá, que tiene momentos tan emotivos que, casi me hace llorar.




Carla:…un día cuando me fui al festival de tango de Granada, me encuentro con el director del festival de Medellín y plantea la inquietud de formar una orquesta en Colombia, eso, había tenido dos intentos fallidos y en ese momento cuando se encuentra conmigo que me lo presentan y demás, el me dice; “llevo años buscándola por que sé la labor que usted ha hecho junto al maestro Rodolfo Medero”

-asi que bueno, finalmente me tomo un avión a Colombia, eso fue en ese momento de mayo del año 2008, con el sueño y la promesa de armar la primera orquesta de tango en la Ciudad de Medellín, si bien me parece que es una de las capitales del tango, por decirlo de alguna manera-

-realmente allí vive el tango y lo hace de una manera preservado y conservado durante todo estos años, por que realmente han vivido y viven allí grandes artistas y referentes de la historia del tango, pero nunca formaron una orquesta propia, con músicos colombianos y demás-

-y para el festival del 24 de junio de ese mismo año, del 2008, presento la primera orquesta de tango en la ciudad de Medellín, que es parte de la historia del tango y parte de la historia de los colombianos-

-viarrapida-¿Con músicos colombianos…?

-Carla: Si, solo me llevo dos solistas nada más, me llevo el piano (No se lleva un piano, sino al pianista) y me llevo al cantor, en ese momento el piano es Ariel Pirotti y el cantor es siempre el mismo, es el que me ves siempre con el, además es mi compañero, Eduardo Pulís- (Se dio cuenta que presentó a su pareja)

-Bueno, con ellos presentamos la primer orquesta de tango de Medellín hicimos una presentación para la prensa en el “Pablo Tobón” y luego la inauguración se hizo la “Plaza Gardel” donde muere Gardel muy cerca de allí-

-viarrapida- ¿Los colombianos viven como nosotros el sentimiento tanguero…?-

-Carla: mirá, ellos lo viven realmente, lo vivencian, la parte que nunca van a tener es esta, (Porteña) hay tangos colombianos, por ejemplo “Lejos de Ti” es del papá de un violinista argentino y el coautor es colombiano- bueno, hablar en Colombia del tango “Lejos de ti”, es como para nosotros nombrar a La Cumparsita, en esa orquesta éramos nosotros tres argentinos y 54 músicos colombianos-

-viarrapida- Un orquestón…

Algeri: Si, fue un orquestón…

-viarrapida- ¿Carla, es un seudónimo a tu nombre?-

Carla: -no yo tengo tres nombres, me llamo CARLA MARÍA JOSÉ- mi padre quería llamarme María José, por que tenía una amiga que se llamaba María José, y mi madre quiso llamarme Carla, y ella quería Carla con “K” cosa que en ese momento no se podía inscribir así, y toda mi familia me llama MARÍA JOSÉ, y mi abuelo me llamaba solo María-

-es cuando voy a la escuela que me comienzan a llamar Carla, desde el Jardín de infante, ahí ya me llamaron Carla y, bueno, nada, y después todos los derivados, Carlota, Carlín, Carlita…y nada-

Ya estaba el clima,  además, tenía frente a mi, una personalidad formada, educada con un buen nivel, sus expresión y sus palabras lo estaban demostrando. Además, observe que ha puesto en su contar –bueno, nada, - y  nada- nos está informando su partencia. Entonces empezamos a pulsar la fibra de la bandoneonísta; -Carlita, cuando iba al jardín, ¿era llorona, mamengue, papengue…?

Algeri: -mirá, yo…

-viarrapida- ¿Cuántos hermanos son…?

Algeri: -mirá, de este matrimonio de mi madre con mi padre somos, Sebastián, que se llama como mi abuelo, es mi hermano mayor, y también le puse Sebastián a mi primer hijo…

-viarrapida- ¿Cuántos hijos tenés…?

Algeri: tengo dos hijos, Sebastián tiene 15 y ahora en Abril cumple 16 y Nicolás ahora en septiembre acaba de cumplir 14 años…

-viarrapida- seguimos. ¿Cómo era Carla cuando era chiquita…

Los lectores de viarrapida saben que es una metodología empleada para desactivar al entrevistado hacerle preguntas superpuestas, o cambiarle el oriente, para que no se asiente rápidamente, no se acomode.

Algeri: ¿Cómo era Carla? (Piensa) bueno yo empecé a ir al jardín cuando tenía dos años y quería ir por que mi hermano iba, y era muy metida, y donde él iba, yo también quería hacerlo, yo estaba mucho tiempo con mi papá y todo el tiempo que el tenía para brindarnos, lo hacía-

-por que el trabajaba muchísimo en ese momento, aún trabaja, mi padre es Estilista de damas, tiene un salón de belleza de mujeres, y antiguamente las peluquerías no habrían los lunes, así que yo, los lunes no iba a la escuela-

-durante muchos años no fui un lunes a la escuela…parte de la escuela primara no fui los lunes y eso lo usábamos para pasear y un montón de cosas, y eso, en algún momento marcaron mi historia con la música, por que el, los lunes empezó a llevarme desde muy pequeña a “Apos” donde ensayaba la orquesta de don Osvaldo Pugliese-

En esta primera partecita, supe que estaba frente a una mujer que tenía todo el modismo y la costumbre del barrio norte. La modulación y los gestos la identificaron. No voy a transformar su decir ni quitar las repeticiones, para encasillar la charla en una estructura técnica periodística. Es más sabroso, que usted lo lea tal cual, como –el crudo- para que se compenetre, junto a mí, con sus palabras, su modalidad expresiva, vamos a dejarla que hable cómoda, como una vecina de Barrancas o de Burzaco.

-entonces un día me dijo, vamos a ir y lo vamos a ver al maestro, entonces, fuimos al bar “El Celta”, ahí en la esquina de Sarmiento y Rodríguez Peña, donde Pugliese tomaba café antes de empezar el ensayo-

-uno de esos lunes fuimos y con ese afán de estar, por que mi padre era un empedernido de la orquesta de Osvaldo, ibas siempre ver los ensayos, y yo, era una niña pequeña que tocaba el piano-

-viarrapida- ¿Cuántos años tenías ahí, en ese momento…

Algeri: y, seis u ocho añitos, era pequeña, entonces ahí recuerdo que mi padre le pregunta si podíamos asistir a los ensayos, y el maestro, conciente de esta situación, le dijo que sí, entonces ahí el me preguntó si quería tocar el piano, y te imaginás, mi viejo tocaba el cielo, que me pidiera don Osvaldo que tocara…

-viarrapida- Entonces vos empezaste como pianista…

-Algeri: no, yo empecé guitarrista, cuando cumplo los 3 años mi padre me regala mi primer guitarra, a los 4 años me mandan a estudiar, me mandaron a donde fue el viejo colegio de Burzaco, que estaba por Alsina al 1600, que 30 años después fue el colegio del Pinar, cuando se fue ese colegio de allí y fue a la calle Olleros, se convirtió en un conservatorio, yo iba a la mañana al conservatorio, me quedaba para el almuerzo y a la tarde a la escuela, con María Ester Mazzini-

-cuando cumplo 5 años, comienzo a estudiar el piano conjuntamente con la guitarra, eso  hasta año 1982, en que muere Mazzini, y esos docentes, esos maestros me siguieron dando clases en sus casas u en otros lugares-

-viarrapida- Y la adolescencia como la viviste, entre la música, con otras vocaciones que no afloraron, agregaste otros ritmos o empezaste de primera el tango?

-Algeri- Empecé de primera el tango, de hecho, si hay algo que tengo para agradecer a María Ester Mazzini es que ella me permitió siempre tocar tangos, el primer tango que me acuerdo que me trajo, fue “El Clavel del Aire”-

-yo tenía seis años cuando me trajo ese tango que a mi en ese momento no me gustaba, yo quería otro, pero bueno, ella me había traído ese, y recuerdo, que yo escondía los libros del conservatorio, no los quería, y, esa mujer me amaba, por que te imaginás que en un conservatorio lo que hay son libros, y en mi inocencia, al no querer hacer eso, le decía que me los había olvidado, pero allí también era su casa, y en uno de los living tenía un piano, entonce llegaba, y ella, desde el lugar donde estuviese, me decía “Carla llegaste? “…y me pedía, “tocame las escalas…” y le respondía, “no traje el libro”, entonces ella, algunas veces me respondía…está bien, y otras, me pedía; “Anda a buscar uno que está sobre mi escritorio” y agregaba las indicaciones para que tocara, no me salvaba-

-Ella me permitió hacer esas cosas y me permitió expresar eso que tenía y traía respeto al tango, lo cual afirmó mi vocación, también recuerdo que cuando me tomaban examen en el conservatorio, se incluía una obra libre, entonces yo ponía un tango, y mi primer tango para esos exámenes fue “Verano Porteño” y fue en el año 78, tenía 8 años-

-viarrapida- Bueno, te puedo sacar la edad…

-Algeri: -tengo cuarenta y vamos para los 41 y mi vida siempre ha sido el tango-

La quedé mirando, ¡ni por asomo para de 40! Entonces relacione su adolescencia.

-viarrapida- Y, tu adolescencia, como fue, hubo algún noviecito, papá no quería… ¿O mamá era la más dura…?-

-Algeri: -mi viejos no tenían esos problemas, ambos me han apoyado, eran muy exigentes, mi viejo especialmente, exigente en el estudio, ¡había que estudiar! Y de hecho tuve que estudiar de todo, música, idiomas, pintura, todo lo que tuviese que ver con el arte y la cultura mi padre me lo inculcaba, yo como toda nena, quería bailar…quería ir a aprender baile, jamás pude, nunca me lo permitió-

-y cuando fui a la escuela secundaria, me tocaba deporte, y había hamboll o bolley, en el segundo año se elegía, entonces vos podías hacer gimnasia rítmica deportiva, o elegir un deporte de los que te dije, por ende, elegí gimnasia rítmica y deportiva y me pasaba la vida bailando, y desde los 14 años a los 17, me la pase la haciendo eso que amaba, gimnasia rítmica y deportiva-

-viarrapida- Así ibas modelando el físico…

-Algeri, Bueno, de chica, cuando tenía diez o doce años era como muy godita, mucho, mucho, de hecho tuve que hacer un tratamiento, me llevaron mis padres a un médico, y recién me dio el alta cuando cumplí los 17 años, en febrero del año ochenta y siete me da el alta, y desde entonces, todos los años para navidad lo iba a visitar para agradecerle lo que había hecho por mi, siempre me explicaba la necesidad de verse bien, de cuidar el cuerpo, de cuidarse en las comidas y lo necesario que era para la salud sentirse bien y de tener una buena figura-

-viarrapida- a tu primer amor lo encontraste dentro del arte… del tango, del colegio…

Algeri: ¿Mi primer amor, mi amor narcisista?, si, tenía 17 años en enero del año 87, el era platense, Fernando, yo estudiaba en la Facultad de Ingeniería, estudiaba ingeniería mecánica, después el otro amor que marcó mi vida fue el padre de mis hijos que, es un empresario textil, y fue en el año 93 que me puse en pareja con Carlos, y me case en el 94, me divorcié en el año 2001 y me puse en pareja con Eduardo, que es cantor, desde el año 2002 hasta hoy-

Observó lector, ya nos contó de sus amores y la bandoneonísta, iba a ser ingeniera mecánica. Por ende, le gustara las matemáticas…? Y la matemática esta inmersa en los fríos números. ¿Me estará calculando…? Sigamos.

-viarrapida- Esa fue la atracción profesional…

-Algeri: -¿vos sabes? Yo en realidad lo conocí cantando, un marido de una amiga muy querida se había puesto un lugar de tango, y me pide si podía estar ahí, acompañar y bueno, iba, así fue que un día me llamó, y fui con un amigo, Nicolás Colacho, Brizuela el guitarrista de Mercedes Sosa, un gran director, y fuimos con mi padre, y un montón de personas, cuando llegamos, estaba Eduardo cantando, es decir, lo escuchaba por que no se lo veía desde donde estábamos, y al que estaba de gerente le pregunté, ¿Quién canta tan bien ese repertorio? Y además era un repertorio que ya no se cantaba más-

Umm la engatusó la voz.

-mirá es un pibe joven, me dijo, se llama Eduardo Pulis, y entramos al salón y estaba cantando “No tengo la culpa” que lo cantaba Alfredo Beluci, yo nunca más lo había vuelto a escuchar, y tiene una parte de un recitado que dice; (Lo recita) “Yo sé que sos buena, no sufras, no llores, dejá que me valla, si el bien es pá vos…el cielo está lindo, cubierto de estrellas, yo voy pál infierno que brinda el alcohol”

-y en ese momento en que había empezado el recitado, me miró, me quedé quieta, me apabulló la mirada y…bueno-, entonce mi padre me preguntó, “Che, ¿lo conoces al cantor? No, respondí, es la primera vez que lo veo- Y nadie hizo comentario, luego nos presentaron, hola que tal y que tal y chau hasta luego y cada uno a su casa-

¿Se dio cuenta lector? La miró y la dejó quietita como a una torcacita. Y ella recuerda los versos y todavía se excita al recordar el momento.

Continúa Carla: -y una noche, tiempo después en el cumpleaños de Alberto Podestá y también de una amiga, que me pidió, “Yo quiero ir a escuchar tango” y la invité a cenar y fuimos a La Ventana, fuimos 4 amigas y una vez que salimos de allí, una propone, “¿Por qué no vamos a escuchar unos tangos a La Cumparsita  A lo que le dije, -no vamos a ir cuatro mujeres sola a escuchar tango a la comparsita, dejate de hinchar, y mi amiga me comentó, “no, viene el marido de…” Y fuimos. Ya con un hombre era distinto-

-Cuando llegamos, justo entra el, (Pulis) a cantar y en ese formato se podía pedir tangos, y le pedí si podía cantar, “No tengo la culpa” y me respondió, “si me acompañas con el bandoneón…” y nos pusimos a hablar, después, nos encontramos otras veces, charlamos y fuimos conociéndonos y fue así que nos pusimos en pareja. Varios meses después, fui a lo de mi papá, y le dije, “vengo a decirte que estoy en pareja” Ah, yo se con quien…me contestó, lo quedé mirando y agregó, el cantor de aquella noche-

-¿Y vos como sabes? -Y soy grande ya, vi como te miró esa noche-
-y bueno, nada, ya pasaron diez años y algunos meses y, acá estamos…

Parece que el flechazo de Pulis fue directo al corazón. Poderosa la flecha de Pulis.

-viarrapida- En este andar, que lugar, que ciudad preferís, por que has conocido muchos lugares, algún rinconcito de aquí o del mundo que te ha atrapado…

-Algeri- mirá, hoy cuando hablábamos del tango en Colombia y eso, acá hay una realidad, yo por ejemplo hago docencia aquí, hago en Colombia, y una de las cosas más difícil que hay para trasmitirle a la gente es la pertenencia; por ejemplo el tango es la expresión musical de nuestro pueblo, entonces, cuando uno canta por ejemplo, “Puente Alsina” donde dice; “viejo puente, compañero y confidente…” entonces, tendrían que pasar alguna vez por el lugar para saber de que estamos hablando-

-por ejemplo el año pasado fui con uno de mi hijo a la Fundación Soldi, y cuando salgo para retomar y cruzar la barrera, le dije a mi hijo, pensar que nada de todo esto, era así, todo esto no estaba, le dije, entonce me miró y agregó, “mamá, vos sos de la época de San Martín”-

-y Buenos Aires que es tan estricta así narrada y musicalizada en nuestros tangos, se necesita sentirla, yo toco un instrumento que tiene más de cien años y que llegó a nuestro país en 1930 más o menos y está incorporado a nuestra costumbre-

 -algunas se han ido, no sé, yo todavía creo en la palabra, a mi me pasan esas cosas, entonces, un poco, esas vivencias que he recibido, parte de esas vivencias no se pueden contar, hay que venir y transitarlas, y esas historias están en los tangos-

-esas letras, esas melodías reflejadas en la historia de nuestro pueblo, entonces, el tango es mi lengua madre, siempre voy a hablar mi lengua madre, aunque podría hablar otros idiomas, hablo inglés, hablo italiano, pero siempre es gringo, siempre, ¿me entedes?

La miro y escucho atentamente, ha entrado en un terreno que muchos lo hablan y no lo practican, es la identidad, y ella lo está haciendo desde su lugar, el tango, y en el párrafo anterior, donde termina con ¿me entendes? Ha referido una palabra que implica el arraigo, la condición del Ser nacional, del argentino de Argentina. Me ha ganado el respeto al momento. “…pero siempre es gringo, siempre…” No la quise interrumpir, tenía ganas de levantarme y darle un beso.

-y nunca va a ser como mi lengua madre, como la que yo hablo, entonces, otras personas que no han nacido aquí en el Río de La Plata, de donde es nuestro tango, les es difícil, pueden aprenderlo, pueden vivenciarlo, pero tiene que conocer esto-

-uno necesita de esto, de los sonidos, de los colores, de los sabores, de los recuerdos de cada unas de estas cosas que te permite, que luego la música termine sonando de esta manera, así como en mi caso, en otras personas habrá más o menos cosas parecidas, pero es nuestra historia-

Casi me pongo de pié y la aplaudo, quedó un tiempito buscando un pedacito de su historia, yo solo la miraba, no preguntaba, no quería interrumpir, se quita las sandalias, cruza las piernas, busca una posición y sigue.

-hoy por ejemplo hablábamos del Celta, y recuerdo que tenía 12 años, fue uno de esos lunes que fuimos al Celta, y en la mesa de la esquina de la ochava, estaban sentados don Osvaldo, (Pugliese) su mujer, Abel Córdoba, yo, y al lado mi papá, y parado, por que había terminado de entrar Arturo Penón, primer bandoneonísta de Osvaldo a partir de 1967, y Osvaldo le estaba diciendo, en el año 1987, que había llegado su momento, que se tenía que ir de la orquesta-

-como era chica, no entendía mucho, escuchaba lo que pasaba, pero había un silencio, y si me acuerdo la posición del cuerpo de Penón diciéndole; “Por que maestro me hace esto”, y Osvaldo le decía, “por que tenes que hacer tu propio camino, llegó tu hora, tu momento”

-Cuando salimos de ahí, mi papá me comentó, “¿viste lo que pasaba?”, te imaginas que para mi no había pasado nada, no entendía lo que estaba pasando realmente, entonce mi papá dice, “Pugliese le dijo a Penón que se tenía que ir de la orquesta por que tenía que hacer su propio camino”

La noto que se ha emocionado, le brilla la mirada. Continúa.

-25 años después, en esa misma esquina, en el mismo bar, en esa misma mesa, en las mismas sillas, me citó Rodolfo Mederos, fue un lunes, y me dice que había llegado mi momento y tenía que retirarme de la orquesta, tenía que hacer mi propio camino, 25 años después entendí lo que paso aquella tarde en ese lugar-

Silencio. Está aguantando la emoción y le cambió la voz. M estoy contagiando.

-los recuerdos me golpearon sin cesar por que estaba comprendiendo lo que había vivenciado hacía muchos años, pero ahora era mi momento el que había llegado, y salgo del Celta, de repente me quedo parada en esa esquina, por que no sabía que hacer, ni como seguir, no sabía a donde iba a ir ni nada de nada, y tenía dos hijos-

No la podía seguir mirando. Me parecía que en cualquier momento lloraba. Y yo también. Y para salir le pregunté;  ¿en que año fue esto…?-

Algeri: -esto fue en el 2005

-viarrapida- ¿Y esto te produjo o te produce hacia Medro, un rechazo, resentimiento…

-Algeri: No, no, recuerdo que me quedé parada ahí, esperé un rato, y luego lo llamé por teléfono, esperé hasta que hubiera llegado a su casa, lloraba mucho, muchísimo, y le decía que estaba segura que era lo mejor que me había hecho, si bien era mucho dolor lo que me causaba, lo que le reprochaba de alguna forma, era que de la noche a la mañana y sin aviso me dijera, en este momento -tenés que irte-, por que me hubiera dicho, mirá, pensalo pero; no, no, me dijo en ese momento, “tenés que irte de la orquesta, tenés que hacer tu propio camino”-

-de pronto estaba parada ahí y no sabía nada en absoluto, ni tampoco sabía cuanto podía hacer yo sola, y además por que no sabía lo que iba a hacer, tenías a mis dos hijos, me había divorciado y tenía que salir adelante, además, siempre había estado al lado de otra persona y por que siempre había trabajado al lado de Rodolfo-

Se dará cuenta lector que el cuadro era totalmente sensible y se produjo un largo silencio, buscaba recomponer su voz.

-cuando lo conozco a Rodolfo lo elijo como maestros, por que yo estudie para esto,
Néstor Ibarra me tomó mi primer examen de guitarra cuando tenía 5 años y recuerdo que la guitarra ya en ese momento era más alta que yo-

-cuando me siento, el se sonreía, me acuerdo que tenía puesto un vestido celeste, y me dijo,”antes del examen, me gustaría que me toques algo”, le dije que si y le toque la canción del cu-cu-

-siempre me acuerdo de eso, siempre, y muchos años después, quizá diez o un poquito más, tal vez, lo fui a verlo, por que quería ser músico de verdad, y fui a estudiar, y mucha de la música que se, se la debo a el, y el siempre me decía, “cuando vos quieras estudiar con alguien, tenes que pensar que el músico tiene que ser completo, que sea compositor, que sea director, que sea interprete, que sea solista, que toque a la parrilla, que te acompañe cantando, y que no tenga limitaciones, por que esas limitaciones que el tiene, son las que te va a trasmitir a vos”

Había pasado el momento emotivo, y seguía con su transito por el recuerdo.

-viarrapida- perdón por la interrupción, ¿Qué es tocar a la parrilla?

-Algeri: Tocar a la parrilla es cuando los músicos se encuentran en el patio de la casa y se dicen, -che por que no tocamos tal cosa y se sientan y tocan, no leen nada, tocan- así lo llamamos en el tango, tocar de manera repentista sin tener nada pactado, “A la parrilla”-

Ahora trata de poner otro clima, me mira, por que también me ha semblanteado, es una partida de póker me parece. Sale la docente.

 -sabemos bien que por las políticas culturales que tuvimos un montón de años, especialmente con el tango y algo del folclore, intentaron destruir, y que nuestras miradas estuvieran puestas en música con corriente en otros países, el rock es de Inglaterra, el jazz es de Nueva York, el flamenco es de la zona sur de España-

-querían que nuestras miradas estuviesen puesta en otros lugares para que no miráramos lo que nos estaba pasando a nosotros, eso ha hecho que la gente tenga un bache con lo que ha sido la cultura, muchos referentes de nuestra cultura y no solo referente, sino parte de nuestra sociedad, por que la cultura se trasmite de padres a hijos y muchos no están, por que han muerto, la dictadura se los ha llevado-

-y entonces muchos muchachitos hijos de esta generación, no tuvieron referentes en quien mirar, entonces, si los padres no trasmiten desde los gustos de las comidas, la forma de hablar, que hacer, que decir, y como levantarte cada mañana, bueno, uno tiene una orfandad en todo eso y se genera un bache cultural, donde quedan eslabones perdidos-

Metí una para ver si quería hablar de política,  ¿ayudado por los medios? y respondió sin titubeo. No se prendió.

-Políticas culturales. Entonces yo, soy una privilegiada de esto por que a mis padres no los mataron, no les pasó nada de todo eso y mi viejo fue un tipo que marcó nuestra corriente cultural muy arraiga-

-mi madre viene de la rama del folklore, mis primos son “Los de Alem” de acá, la mamá de los de Alem, es la hermana de mi abuelo, es decir que toda la familia de mi madre viene de la rama del folclore, las guitarras y todo eso, y mi padre, si bien no es académico, mi abuelo era un académico, el era el restaurador y músico de la iglesia, de la Basílica Lujan y luego vivió acá en la iglesia de Logchamps, en la de Ministro Rivadavia, y también fue músico en Glew, el era un músico académico-

-y mi padre, era el tanguero, entonces, en mi casa, y aún sigo con esa tradición, por eso el 31 a la noche, el tango que suena cuando son las doce, es la Yumba-

-y seguimos haciendo eso y yo le trasmito esas cosas a mis hijos, mis padres me han trasmitido a mi, la cultura de nuestro pueblo, más allá de cual era la política cultural que nos mandaban los gobernantes y los medios y de hecho, yo escuchaba la música de Horacio Guarani en una especie de grabador que lo tenía escondido, por que esas músicas no se podían oír en esos momentos-

-y me acuerdo que donde está ahora el Centro Cultural en Burzaco, que fue el viejo cine, en el conservatorio se hacían –las muestras- de los alumnos, y yo tenía 7 u 8 años  y, mientras la gente se acomodaba, María Ester me dijo un día, “Carla, te animás a salir a tocar y a entretener a la gente…” y yo con los 7 u 8 años no tenía ningún problema, salía y tocaba-

-recuerdo haber estado tocando el piano, cuando un señor sentado en la primera fila me dijo, “vos no saber tocar otra cosa que un tango” entonces le dije que no, deje de tocar y me fui, María Ester me preguntó que me había pasado y le conté-

¿Vió lector?, ya mostró su temperamento.

-Y en mi adolescencia no tenía nada más que a mi padre y los amigos de mi padre para compartir el tango, son estas cosas, iba a los ensayos de Pugliese, pero después no lo podía compartir con nadie, y entonces, en ese momento, en el año 89, intento estudiar el bandoneón-

-El bandoneón entró a mi casa en el año 86, lo trae mi padre que lo compra con Alejandro Barleta, acá donde era “Cajita de Música” de don Isaac, que fue donde me compré los dos bandoneones…

-bueno, mi padre va a lo de Alejandro (Barleta) y le dice que quería comprar un bandoneón, por quería tocar el bandoneón, entonces va con Alejandro a lo de Isaac, había 4 0 5 bandoneones, después de mirar le dice a mi padre, “mire Miguel Ángel, si yo tuviera dinero me compraría este” Y es el bandoneón con el cual me ven tocar habitualmente-

-Yo intentaba tocar pero no entendía como era y, cuando iba a la universidad, yo busqué con quien estudiar el bandoneón, y no había, no se conseguía, entonces, por ahí por el 89 me había llamado Juance Caicedo que hacía una obra que se llamaba “tango de entre casa” donde el actuaba, recitaba y necesitaba un pianista que lo acompañara, y luego de eso me dije, -no toco más tangos- por que todo el mundo me miraba preguntándose; ¿Qué era eso que estaba haciendo?

La adolescente caminaba sola, buscando su lugar.

-desde hacía un tiempo me quedaba muy puertas adentro, siempre puertas adentro, mi padre se había divorciado de mi madre en el año 87 y yo entré en una gran orfandad, no tenía con quien compartir todas esas cosas-

-pero, el que era mi novio en ese momento, su papa Alberto, que murió hace dos años, tenía cuatro hijos, tres varones y una mujer, ninguno de sus hijos amaba el tango ni nada que se le parezca-

-y se encuentra conmigo, el era comentarista de caballos de carrera en el diario El Día, y firmaba El Carpo, y cuando el ve mi amor por el tango, en ese momento yo iba a la universidad a la mañana y después, al medio día iba ahí, a su casa y me quedaba a estudiar-

-en ese hueco de dos horas me iba a la casa de Fernando, y los únicos que estaban era Alberto y sus amigos que era una banda de tres o cuatro, y venían a almorzar para escucharme a mí y hablar de tango, era todo lo que hacíamos-

-entonces era yo la que lo acompañaba al hipódromo, el compartía conmigo lo que no hacía con sus hijos, y en ese momento es como un padre para mí, ocupa todo eso que deje de hacer con mi viejo, lo empiezo a hacer con Alberto, el es quien me regalo un casete y me hace conocer a este cantor Alfredo Bellucio-

-cuando me dio el casete me dijo, “esto que está grabado acá no lo vas a escuchar nunca”,  me agarró una cosa, bueno, todavía guardo la copia original, y cuando le regalo una copia a algún cantor, queda asombrado y me pregunta, ¿de donde lo sacaste?-

-bueno, y ahí, nuevamente empiezo a tener una conexión con el tango, pero ya no es de tocarlo, por que en La Plata no tenía donde tocarlo ni nada que se le pareciera, seguía en la facultad estudiando ingeniería e intentando estudiar el tango, fui a la Academia Nacional del tango y no había lo que buscaba-

-después me separo de esa relación que tenía con Fernando, fue en el año 91 y todo lo que tenía construido en esa relación se me cae en mil pedazos, o sea que lo que había hecho acá, por que mi viejo ya no estaba, ni lo que había formado en La Plata por que al separarme de Fernando todos esos amigos los perdía, y por que, no iba a ir a la casa de Fernando a ensayar…no nada-

Otra vez la emoción contenida al recordar esos momentos en que había armado una estructura buscando calor.

-se me cae y se estrella en mil pedazos todo lo que había construido, lo que había formado, entonces, me voy a lo de Néstor a decirle que quería estudiar música y me mando con un guitarrista, Jorge Cariglino que tenia un conjunto con Juan Carlos Sirigliano y que, justamente vivía a dos cuadras de mi casa-

-y me fui a estudiar el piano con Juan Carlos Sunini, un gran pianista del Sexteto Mayor. Entonces lo conozco al que es el papa de mis hijos que para el la palabra tango era, mala palabra-

La adolescente cruzando el desierto sola, con su mochila llena de sueños, en busca de una familia tradicional, quizá de seguridad, cansada de caminar de un lugar a otro, acepto el ofrecimiento de matrimonio.

-yo era muy joven, muy muy joven, y realmente soñaba con la familia Hingall. Carlos me lleva 22 años, al año me caso, tengo a Sebastián, tengo a Nicolás, como es un empresario textil me dedico a trabajar en eso, viajo mucho haciendo eso, un buen día dije, nada de esto que estoy haciendo es para mi-

-yo pesaba como diez kilos menos de lo que ahora, parecía que iba a desaparecer en cualquier momento, lloraba todo el día, vivía una vida equivocada, sí, tenía a Sebastián y a Nicolás, pero no podía pensar por mi mismo, no podía decir lo que tenía ganas de decir…

-por ejemplo, no podía tomar mate por que era de gente ordinaria, me pasaron un montón de cosas y me fui enfermando, un buen día me dije, yo de acá tengo que salir, pero, fácil no va a ser, así que pensé, tengo que ponerme bien por que voy a volver a mi música, voy a volver a mis tangos, pero con un instrumentos que no tenga recuerdos, que no extrañe cosas de mi pasado que hubiese querido mucho-

-entonces vine a la casa de mi abuelo, agarré el bandoneón que estaba ahí, y me dije, voy a estudiar el bandoneón y voy a hacer lo que me dijo Néstor, estudiar con un músico que sea un músico, que tenga todo, que no me ampute ninguna rama de la música, pero por sobre todas las cosas, tendría que haber estado sentado alguna vez con don Osvaldo Pugliese, y había uno solo y era Rodolfo- (Mederos)

El encuentro con Rodolfo Mederos.

-Osvaldo acaba de morir, la llamo a Lidia (Esposa de Pugliese) y le digo que quería verlo a Rodolfo y me dijo que si, que seguramente me iba a recibir con mucho cariño, lo llamo, me cita, nos encontramos en su casa un martes a las 11 de la mañana, y hablamos un poco de música, mi imagen no iba de la mano de una bandoneonísta que supiere mucho de tango-

-imaginate que el papa de mis hijos es y era en ese momento un empresario textil muy importante, entonces trabajaba todas esas marcas internacionales como ejemplo Versace y otros del estilo, entonce, mi imagen no era de una bandoneonísta ni de saber mucha historia del tango-

Si presencia de Chica Bian, no le daba el loock de bandoneonísta, Mederos la habrá junado como una exponente de la alta sociedad que quería jugar incursionando en el tango.

-recuerdo que en ese momento me dijo, (Mederos)  te voy a dejar sola un momento, voy a preparar unos mates y te dejo este papel para que me escribas el nombre de diez tangos que vos sepas, y le pregunté, -solo diez- y me respondió, y bueno, si sabes más podes escribir más-

-cuando regresó yo seguía escribiendo, los leyó, y luego supe que hacía eso con todos sus estudiantes, y la encuesta daba, que 9 temas son de Piazzola y el último es La cumparsita, aquí, en lo mio no estaba ni la cumparsita ni ninguno de Astor, había escrito la discografía completa de Osvaldo mas o menos, entonces el se sorprende y me preguntó, que pensaba de Astor, por que yo no había puesto ningún tango de el-

-entonce pensé, ¿Cómo me voy a expresar ante un maestro como él? le pedí disculpas, que iba a tratar de expresarme de como eran las cosas en las que me había formado, pero que sentía de que antes de que Astor hiciera toda la obra que hizo, Osvaldo había escrito el tango Negracha allá por los años 20, y que eso había generado una bisagra, había un antes y un después del tango Negracha-

-y, que todo lo que había escrito Astor fue después de eso, y creía que Astor había cruzado fronteras con la música y cuando se murió la cerró, y que nosotros éramos imitadores de la música de el, por que en esas fronteras solo el entraba y salía por ellas todas las veces que se le daba la gana, y que lo mismo pensaba Arolas y otros grandes compositores, y de el mismo, (Mederos) pensaba que con sus obras, permitía que se pudiera utilizarlas con lo que denominamos “arreglador”

-En los tangos de Astor siempre me acuerdo cuando Osvaldo escribe el arreglo de Verano Porteño, Astor lo llama y le dice que era la mejor versión de Verano Porteño que había escuchado-

-y realmente, después de lo que Astor escribe para si mismo, poder hacer algo tan magnifico como lo que hace Osvaldo, bueno, sabía mucho y sabía que hacer en esa cuestión, entonces, demostró capacidad, sino, uno tiene que tocar lo que está escrito, imitar esa cuestión, por que realmente para pasar esa cuestión, hay que estar como muy por arriba en la música, en el tango, en la orquestación, en muchas cosas y nunca perder el lenguaje-

-me acuerdo que prendió un cigarrillo y comentó, “bueno, a partir de hoy, me parece que vos y yo, podemos empezar a hablar de tangos”-

La que pretendía ser su alumna, le demostró que sabía lo que quería y estaba preparada para recibir el conocimiento superior.

-me da una obra, el tango Sur, me preguntó si podía leer esa música y le respondí que si, me da los teclados de bandoneón y me dijo, “nos encontramos la semana que viene, estúdialo bien, y si lo vas a hacer nos encontramos a la misma hora y cuando nos encontremos yo te voy a decir si te voy a aceptar o no, y agregó, no existe el llegar tarde, el no estudie, nada de esto existe, bueno, llamame cuando estés y decime si lo vas a hacer”-

-a los dos o tres días lo llamo, mis dudas más difícil, más ardua que tenía, era como salir de esa casa para ir a clase, (En el domicilio con su marido) ese era mi problema más difícil, no si lo podía hacer o no podía hacerlo, lo llame y le dije que si, que lo iba a hacer y el martes a las 11 de la mañana estaba ahí, y mientras el se prepara su mate, yo me quede repasando mi tango Sur, que prometí llevarlo leído, por lo menos la parte alta, la primera haciendo el estribo-

-Cuando regresó de la cocina me preguntó si había estudiado, y le respondí que no, que era la primera vez que había tenido contacto con el bandoneón y que era esta, entonces me dijo, “seguramente vamos a poder hacer muchas cosas juntos y hoy empieza tu historia de estudiar el bandoneón” y luego de esas charlas que teníamos de hablar de la importancia de la orquesta típica y le dije que el tenía que hacer una-

-Y finalmente  se la hace la famosa orquesta típica para lo que trabajamos mucho, por eso aquel día que me dice que tenía que irme y me quedaba sin nada, yo sentía eso, que había trabajado mucho, mucho para esa orquesta típica, mucho de mi, mis sueños, mi empeño, mi esfuerzo para lograr que todo eso-

Carla María José cruza de un lado a otro las temperaturas del sentimiento, de la emoción, es como un proceso de templanza, frío, calor, frío, calor.

-cuando me tengo que ir de la orquesta pasaron dos años que no nos hablamos, recuerdo que en ese momento todas las cosas me vienen mal, pero, una de las cosas que pienso es que debía ganarme la vida y, necesitaba aprender a acompañar cantores, por que nunca lo había hecho, no estaba realmente capacitada y, era la única manera de poder ganarme la vida, dar clases, acompañar cantores…

-Era lo único que podía hacer, no podía presentarme a concurso, a mi todavía me faltaba, no estaba preparada-

-bueno, tenía que aprender el oficio, tenía un compañero cantor, tenía esa ventaja, por que a los cantores se los aprende a acompañar en los boliches y en el patio de la casa de uno, es así, no hay otra manera, el llega y te dice, empezamos “Sin Palabras” en La, en la…y vos tenes que saberte Sin Palabras en La, y empecé a hacer eso, y mi primer tango, y que me lo pidió mi hijo fue “Lo que vos te mereces” Nico era muy chiquito, tenía 6 años y dijo, “mami, decile a Eduardo que cante el tango del vestidito…”-

-entonces lo acompañaba a Eduardo cuando iba a trabajar, y al bandoneonísta que estaba en ese momento, por ejemplo a Hugo Pagano que tocó con D´Arienzo y a otros bandoneonístas que han estado mucho en la noche, cuando terminaba el trabajo, les decía, -te puedo pedir un favor, lo podes acompañar a Eduardo en Lo que vos te mereces, entonces, al estar solo el bandoneón, yo veía lo que el hacía, iba a mi casa y practicaba-

-luego con otro y otro, así empecé a descifrar como lo hacían, empecé a detectar como sabían las tonalidades, como era-

-llegaba uno y acompañaba, los miraba como hacían, por que a veces venían cantores como Godoy, como Podestá y había que tocar, entonces, acompañando a Eduardo me escuchaba las distintas modalidades, hasta que entendí medianamente lo que era acompañar a los cantantes-

Claro, fue un poco fácil para ella, tenía en casa dos elementos primordiales. El cantor y el bandoneón.

-bueno, fue en ese tiempo que me costaba mucho ganar dinero, y recordaba que siempre mi abuelo me decía; María, si tenes algún problema podes venir con el abuelo que siempre te está esperando, y lo fui a ver, ya en esos momentos en que estaba acercándose a dios, el, tratando de incorporase me decía, ya vas a ver que cuando salga de esta, vamos a estar bien-

-yo lo miraba y me decía, este hombre tienen cien años, y nosotros nos pasamos la vida queriendo tener una casa mejor, un auto mejor, una vida mejor, me decía, miralo, siempre vivió bien, siempre fue feliz, siempre me trasmitió eso, seguridad-

-y cuando el se muere esa casa me la dejó a mi, al año me enfermo, la muerte me afectó mucho, nunca pensé que la muerte me iba afectar tanto, entre en una tristeza terrible y con las dificultades de dinero, me pasaba de todo, y cuando ya no podía pagar ni la obra social, dije, bueno, basta, hay que barajar y dar de vuelta, entonces le pregunte a mis hijos si aceptaban vivir conmigo en Burzaco, por que ya estaba muy mal y no podía pagar más nada-

-viarrapida- vos vivías en…

-después que me divorcie de Carlos alquilé primero un departamento en Belgrano, terminó ese contrato y alquilo en Saavedra, y cuando se estaba acabando Saavedra, ya sabía que no iba a poder renovar eso, por que aumentaban la cosas y, bueno, nada-

-entonces mis hijos me dicen que si, que venían a Burzaco pero, me ponían como condición que querían seguir yendo a la misma escuela que iban, bueno, entonces me dije, toda la vida viví en Burzaco, siempre estudié en La Plata, y cuando me tocaba estudiar en la Capital, en la Cultural Inglesa, yo hacía los viajes en tren y en colectivo y me dije, acá estoy, y si yo pude, seguramente ellos podrán y yo podré empujar esta cuestión como para hacer algo bueno para salir adelante-

-pido un crédito en el Santander Río con ese famoso de saque mil y pague treinta, llame y me dan de acuerdo al monotributo, que era la categoría más baja, me dan mi primer crédito, llame a un albañil para que me ayude a instalar un poco la casa que había estado cerrada largo tiempo, y esa casa no tenía agua caliente y otras cosas, y con muchas dificultades y demás, acondicioné la primera parte, dos habitaciones y el baño y deje el espacio que ocupaban cajas y cajas-

-mi preocupación era donde poner el piano, por que no entraba en la casa del abuelo, entonces cierro la galería que daba al patio y hago un cerramiento y quedó el lugar donde hoy todavía está el piano, así empiezo-

 -en ese mismo momento, aparece un concurso de orquesta de tangos, me fui a anotar, no me importaba ganar el concurso, me importaba generarme un vínculo, con los directivos, con la ciudad de Buenos Aires, que me diera trabajo, yo no hacía nada, acompañaba a los cantores y daba clases-

-me anoto en el concurso y lo gano. Sorprendentemente lo gano. Cuando vi que lo gané me sorprendí, aunque no pensaba ser la última, pero tampoco la número uno, y cuando salimos esa noche de ahí y vamos caminando hacia la plaza San Martín que era donde había dejado estacionado el auto, en la playa de estacionamiento, había una exposición de fotos y, justo la que estaba ahí en Maipú y Santa Fe, la mire y me dije…esa soy yo. Quedé impactada y se me vinieron todos los recuerdos que me dieron sin pausa y sin tregua, mis hijos me dijeron quien había hecho la foto y le mando un meil, al día siguiente suena el teléfono y me dicen Carla, soy fulano de tal y con esa foto me gané un primer premio de fotografía en Nueva York, y quiero verla-

-estoy exponiendo en el Palais de Glace y mañana estoy a tal hora, así, el día siguiente estuve ahí y me propone hacer un musical que se llamó, Buenos Aires de Tango que eran 24 horas de fotografías de Buenos Aires, reforzado con los músicos en vivo, tres parejas de baile y el cantor-

-bueno estaba programada para un mes y se mantiene seis meses en cartel y ahí hago la casa y le puse todo lo que necesitaba-

-Después que se terminó eso, me quedo nuevamente sin trabajo y me llaman de Granada para el festival, voy, me sale lo de Colombia y en ese momento los colombianos vienen a Buenos Aires, al Ministerio de Cultura de la Ciudad y piden hacer un convenio de cooperación donde pedían, más allá de otras cosas de Buenos Aires, que querían a Carla Algeri para mantener la Orquesta de Medellín y que además que funcione una orquesta escuela en la red de escuela de la Alcaldía-

-es en esas conversaciones cuando el ministro me comenta para sacar ese proyecto adelante, me cuenta que tenía una dificultad para la presentación ante la UNESCO, el tango patrimonio-

-entonces yo, como siempre metiéndome, le pregunto, ¡pero cual es el problema? Y me respondió; el tiempo. Hoy es jueves, vence el martes y patrimonio me pide dos años y medio-

-y le pregunté, por preguntar, ¿dos años y medios para que? Y respondió, para redactar esto-

-querés que te lo mire…

-Si, tomá miralo, Carla es imposible, no te imaginas lo que piden…

-bueno, no tenes nada, dejame que lo miro y si puedo te lo hago-

-y todos los días llamaba y reclamaba las base para la presentación y el domingo al medio día me llegan, lo miro y tenía una única contra para mi, que solamente podía estar redactado en ingles o en francés, y me acuerdo que le dije a Eduardo, ¿Cómo voy hacer para hablar mi lengua madre de nuestro idioma?, Yo no le puedo decir a alguien que lo quiero en otro idioma, me quedo sin palabras, entonces llamo a un colega, que había estado años en EE.UU. y estudió allá, entonce le digo Juli, necesito que me ayudes y le conté, -venite que lo vemos- respondió al momento-

-me voy al instante me voy a la casa de Julián y lo empezamos a hacer, como a las cuatro de la mañana lo mandamos por meil al ministerio y al día siguiente cuando estaba yendo a la escuela me llaman diciéndome que el ministro de cultura quería verme-

-cuando llego estaban todos, patrimonio, la UNESCO, todas las autoridades imaginables, y yo que había ido al colegio a llevar a mis hijos, estaba de jogguin,
 me recibió Lombardi y me dijo, nunca vi una presentación de este nivel, te felicito-

-bueno, eso se mandó a la UNESCO lo acepta, ya había habido dos intentos fallidos en la presentación y finalmente, entró, y pido colaboración a los trabajadores para sacar adelante eso y finalmente fue declarado Patrimonio de la humanidad-

-yo sigo viajando a Colombia estos tres años por ese proyecto que empiezo y continuo, el convenio terminaba este año, ahora en diciembre y la última vez que estuve ahí, fue julio-agosto, y cuando termina ese convenio, otra vez sentí que me levantaba a la mañana y no sabía por que ni para que, me llamaba de Colombia la gente y estudiantes y, bueno, no nada, yo sabía que no iba a volver, por que no era posible y me dedique hacerme el duelo y como todo duelo, uno sabe cuando empieza pero no cuando termina-

-en esos momentos me junto con colegas de la orquesta del tango, hablamos un poco y ellos me dicen, ¿Por qué no venís con nosotros a la orquesta del tango?-

-juntamente con eso le hacen un reportaje a Leopoldo Federico en la televisión, donde habla de mí, y yo no sabía ni por que el estaba hablando de mi, me suceden una serie de cosas de reconocimientos de colegas muy importantes, para mi como referente y eso, me hizo bien, y me decía, tenes que seguir, y pesaba-

Resulta que la estaban instalando en el podio de los triunfadores y ella no lo sabía. Estaba en el plano de los famosos pero, el dinero le esquiva.

-muchas veces llegaba a Brown, no en esta gestión de Alberto Hernández, sino en las anteriores, para ver la posibilidad de plasmar esas cosas que hacía en Colombia, y me preguntaba, si lo hago en Colombia, por que no lo puedo hacer acá, en mi terruño, o en Buenos Aires, bueno, presenté un proyecto y se lo dieron a otro, y aquí, nunca pude hacer ni siquiera los talleres-

-ahora, desde que está Alberto Hernández (Secretario de Educación y Cultura del municipio de Almirante Brown) me han llamado, y me sentí muy contenta por que podré plasmar todo eso aquí, y lo iniciaré el próximo año, de Buenos Aires también me llamaron desde el Teatro San Martín y toda una serie de cosas con el Teatro 25 de Mayo, y he empezado a reordenar todo esto, por que venía desde hacía tres años haciéndolo-

-por eso cuando vos me decís si me atraparon otras ciudades del mundo, te digo, yo necesito a Buenos Aires, a mis amigos, la gente, mis hijos…

-viarrapida- Entonces para el año que viene tenemos un proyecto acá…

Carla, para el año que viene tenemos un proyecto acá, y tengo mi propia formación (Orquesta) y estoy trabajando en un proyecto de una Casa de Tango, que de alguna forma es una expresión musical y cultural de lo que yo hago-

-viarrapida- ¿Dónde está la casa

Carla: es en San Telmo, es LA RAZA TANGO, esta en Chile y Balcarce, las personas que están trabajando en ese proyecto han decorado el lugar de una forma fantástica, y a mi corresponde todo lo que tenga que ver con lo artístico…

-viarrapida- para cuando tenes pensado inaugurar-

Carla: Esta Semana creo que es el 24, creo que es para La Noche Buena.

De pronto, como el toque de la varita mágica de una Ada, salen las cosas como un puñado de luciérnagas que estallan en luces y te entibian el corazón. Ahora tiene su casa de Tango, LA RAZA TANGO, será profesora o tendrá talleres en Almirante Brown y también en el San Martín. Carla María José, esta en los escalones de la fama, de los que triunfan, ¡¡Vale un brindis!!

-viarrapida- ¿Qué eso de ser “Arregladora”’

-Carla: mirá la palabra arregladora o arreglador, está prohibida la palabra arreglador, la figura del arreglador siempre estuvo en el anonimato, la orquesta de Osvaldo siempre tuvo arreglador, Troilo tuvo 5 0 6 arregladores, el arreglador de alguna manera organiza, corrige la música-

-no te olvides que antes la gente no tenía muchas posibilidades de estudiar música, era una música que se trasmitía, la gente escribía una melodía, una armonía como podía, no es como un tango de Salgan, que cuando toca vos decís, tenes razón-

-entonces, cuando vos te compras la famosa “Partitura” que viene con las notas, es básica, muy elemental, tiene muy poquito, pero como los chicos tocaban solos, no les molestaba-

-pero que pasa cuando viene un señor que no conoce ese tango, que no sabe de tango, si no conoce el lenguaje no toca nada, tiene 4 o 5 notas escritas que no le sirven para nada, entonces vienen los arregladores que van marcando los distintos estilos-

-estos estaban en el anonimato, esta la famosa historia cuando Troilo y Astor hacían  los arreglos juntos, Astor escribía y Troilo borraba, de alguna manera pasa esto, el director se ocupa de que la orquesta suene de acuerdo al lineamiento de lo que se quería oír y el arreglador le ponía un poquito el lápiz y reordenaban esa cuestión-

-antes escribían los tangos y se lo mandaban a los maestros, firmados de puño y letra y si vos la querías tocar, lo llamabas y le decías, mire maestro quiero tocar tal obra suya y te autorizaba, para tocar, entonces, hay que instrumentar, hay que arreglar, y no hay una cosa legal que avale esa unión-

-viarrapida- mira, te lo voy a trasladar a mi tarea, yo escribo una novela y la doy para que la lean y me la corrigen, es decir…no era lo que yo escribí-

Carla- claro, vos mandas la novela y te borran un capitulo y vos se lo reclamas, “eso no era lo que escribí”, bueno, eso está prohibido, ahora si te llamo y te pregunto, ¿puedo corregir el final? Y vos me decís sí, bueno listo, me lo autorizaste, entonces vos no vas a tocar algo que no está autorizado, arregladores vivos, hoy, tenemos muy poquitos-
-una cosa es saber orquestación y otra cosa es ser arreglador del lenguaje del tango, esos elementos que hay dentro de un tango, antes, los músicos no se si sabían tanta música a la hora de tocar, venían y tocaban simplemente, hoy tal vez estudian mucho pero no saben lo que tienen que hacer, entonces hay una situación compleja-

Después de tratar del tema de –los arregladores- que es una cosa –técnica- y que es necesario para que un tango suene bien, y evidentemente son cosas sin resolver legalmente y toca intereses de autores y demás integrantes de una obra, me voy por otra vía.

-viarrapida- ¿Carla como es?, nerviosa, tranquila ansiosa…sentimental

-Algeri: Carla es apasionada, como cuando tengo hambre, duermo cuando tengo sueño, soy realmente apasionada, soy sensible, muy sensible, a la mañana soy silenciosa…

-viarrapida- ¿Cómo te despertas, bien, alegre, alunada…?

-Carlas: me levanto en silencio y no hablo con nadie, y estoy mucho tiempo sin hablar con nadie, y si, soy muy cariñosa con mis hijos, nos levantamos y no hablamos, entonces hacemos el desayuno, nos abrazamos y jugamos y todas esas cosas pero no hablamos, a la hora más o menos o a veces cuando llegamos a capital, ellos duermen en el auto, entonces si, desayunamos y hablamos y nos reímos y…

-lo peor que tengo es mi cansancio, cuando estoy cansada me aíslo, necesito no vincularme con la gente por que tengo mal humor, como no me gustan que me vean con mal humor y pierdo la paciencia, y como no me gusta que me vean sin paciencia, me aíslo, para evitar una situación, que en otro momento la puedo llevar delante de otra manera, entonces en ese momento me recluyo, es decir necesito descansar-

-soy muy trabajadora, me gusta cocinar, y cuando llegamos después de las seis de la tarde, es muy difícil que te atienda, por que ese tiempo lo dedico a Seba y a Nico, empiezo a tomar mate, les pregunto por las tareas, y después es cocinar, por eso ese momento para mi es sagrado-

Aquí revierte aquello de, “si la agarro cansada gano” Aquí, parece que a La Algeri, si la agarrás cansada perdiste. Por las dudas, el día que la note así, le pediré el casco a algún amigo de la construcción.

-viarrapida- ¿Qué cocinas…eso que te sale rico, que le cocinas…

-Carla, y le cocino a la carta, le pregunto que quieren comer y se los hago, ese es como mi momento para ellos, sentarnos a comer y hablar, contarnos las cosas que nos pasan, no atiendo el teléfono, no quiero que me interrumpan ese poco rato que tengo para ellos, no te olvides que nos levantamos temprano para ir al colegio, entonces el día es largo, y la mesa para mi, es como un momento de encuentro, donde les doy el amor a través de la comida, les doy lo que les gusta y compartimos el momento-

-viarrapida- ¿Cómo sos con tus compañeros de trabajo

-Carla: -soy la madre, soy la que suelo conseguir los trabajos para todos, soy muy responsable de lo que tiene que pasar y suelo escucharlos cuando me hablan de lo que les pasa, y no se usa el que se llega tarde, el que no estudió, disciplina, y cuando llega el momento que se cuenta cuatro para comenzar el ensayo, soy muy exigente-

¿Observó este detalle? “no se usa el llegada tarde, el no estudió” Como se lo habían dicho a ella, lo aplica ahora. “Soy muy exigente” evidentemente tiene gravado a fuego la disciplina. Ahora, ponga atención en lo que sigue.

-viarrapida- ¿Cómo se consigue trabajo, vas a los boliches…?

-Carla: ¡Yo no hago boliche!, por que lo que he pasado en esos años que lo tuve que hacer, digamos que no fue bueno, si es bueno un año, cuando vas para aprender, pero después, es lo peor, no es bueno para trabajar, a los músicos los maltratan mucho, son bastardeados, no  son respetados, se les paga mal, eso que termina viendo la gente que les resulta maravilloso, atrás del escenario es nefasto, es horrible, pero, si se que todos los tenemos que hacer, por que es un aprendizaje en lo musical y de todo, por que cuando estás, tenés que salir a escena, tenes que salir, no hay otra-

-viarrapida- Asi que los empresarios tratan mal a los trabajadores del espectáculo…

-Carla- Algunos son empresario. Otros no se que son. Eso del mal trato es cierto, hay músicos muy bastardeados, no les importa quien sos, si sos Godoy o Juancito de la cortada, los maltratan a todos por igual, son muy pocas las personas que actúan correctamente, que son serio y responsables, la gente del común denominador es así-

Ha quedado una denuncia explicita del maltrato a los músicos en los boliches, “que los denigran, los bastardean, no son respetados, se les paga mal…”  El pié para una investigación, para una nota. Me parece que voy a aprender un poquito a soplar el saxo y meterme en la investigación. Lo ha referido Carla Algeri, no “Juancito de La cortada” como ha dicho ella misma. El tema da para empezar a zarandear los derechos esos…Desde ya me solidarizo con los músicos, y tienen la pagina de www.viarrapida.com.ar para lo que necesiten expresar.

-viarrapida- entonces, donde buscas el trabajo para tu gente-

-Carla, bueno, busco en los teatros, en los municipios, en las sociedades, a mi me gusta la docencia y para mi es una militancia que intenta reparar aquellas cosas que por las cuales yo sufrí, a mi la docencia me gusta y trato de que los míos sean los mejores-

Me gustan las garras de La Ageri. Están prontas para defender a sus cachorros y pelear para reivindicar aquellas cosas que le hicieron daño. Ya se está erigiendo en –mi lider-

-viarrapida- ¿Qué otra cosa te gusta que no sea tango, cuando salís con tus hijos, te piden visitar otra cosa que no sea el ambiente de tango…

Carla: bueno, ahora que están mas grandes, se divierten a costa mía, por que ya tienen 15 y 14 y cuando vamos a jugar al tenis, me tiene que tirar la pelota despacito por que sino me rompen un brazo, eso que hacía yo cuando eran chicos, que les tenía que tirar la pelota despacito para que la puedan agarrar, ahora, salimos a andar en bicicletas, ellos dan cien mil vueltas y yo doy cuatro, a Sebastián le gusta el atletismo y corre, se anota en las maratones y yo me siento en la plaza a esperar que termine los ciento sesenta mil kilómetros que está corriendo, Sebastián ama las matemáticas, las ciencias y todo eso, bueno, yo estudie mucho tiempo en la facultad, y cuando tiene algún tipo de problemas, ahí estoy con ellos buscando la solución de esas materias, física, matemáticas y todo eso, nos gusta ir al cine…

-viarrapida- Y cuando te presentan alguna noviecita, sos celosa…

-Carla: No, no tengo problemas me han traído ya, Nicolás me ha presentado una compañera que tenía, no, no tengo problemas, y juegan mucho a la pelota, ahí no me gusta ir, y cuando voy me tomo un café y me quedo ahí como una huraña, no, no, la pelota no me gusta mucho, si los acompaño al tenis, y con la música, si bien están en esa etapa que les gusta el rock y todo, y como también alguna vez he pasado por ahí, tengo una colección de discos que ellos no pueden creer que yo las tenga o que yo sepa de eso por ejemplo, y la compartimos-

A Nicolás le encanta tocar la guitarra y a Sebastián le gusta la percusión o sea la batería, y están con esas cosas, compartimos tareas y actividades, cuando tiene que hacer un trabajo práctico con la música, bueno a esa parte la disfrutan mucho, por que  cuando yo se las hago-

¿Se dio cuenta lector?; “Yo las hago” Media traviesa La Algeri.

 -tiene un vuelo muy alto en eso que cuento, me traen una cosa me dicen, mamá, aquí el profesor me dijo que no estaba bien para nada, entonces les digo, no hijo, no, esto tenes que discutirlo, y eso les encanta, por que eso de llegar y exponer el fundamento, por que esto es así, por que no lo otro, eso les encanta-

-de hecho un día Sebastián tenía que hacer un trabajo sobre el tango, lo hicimos, y cuando el profesor lo vio, le dijo, “la persona que redactó esto debe estar viajando por el mundo entero” y me puso un 8 nomás por que supo que no lo hice yo-

Hasta este ratito, le brillan los ojos, sonríe, hace mohines, modula su voz, hace gestos con sus manos, se arregla una y otra ves el cabello. ¡¡Está feliz hablando de sus hijos!!

-cuando sale publicado el tema del “Tango patrimonio de la humanidad” (Es de su autoría) ellos viene emocionado, por que vivieron mucho esta parte, por que cuando le preguntaban, “tu mamá que hace”, ellos decían, “mi mamá va al tango”, la información que tenían a partir de su papá, vaya a saber que cosa era-

Esto me tocó mucho, por que he sido testigo de otros caso similares, donde la pequeño se –le mete- información nociva contra su mamá, bueno…

-recuerdo que una noche, cuando Sebastián tenía 8 o 9 años, yo tenía que ir a tocar con la orquesta de Medero, estaba yéndome y me dice; “yo también quiero ir”, cosa que jamás me había dicho-

-entonces le digo, bueno, pero vamos como está, y en ese momento tenía un pijama, me lo subí al auto y me lo llevé, y cuando llegamos le dije, vos te vas a sentar aquí y no te movés, no te vas por nada del mundo, por nada, era una escalerita al lado del piano, si querés hacer pis, vamos ahora, y no vayas aceptar a nadie que te llame, nada, claro, yo no me podía levantar para atenderlo o salir corriendo detrás de el, bueno, el asunto que estaban los medios, la televisión, reportajes y todo eso, y, toca la orquesta y el aplaudía, y aplaudía, y a medida que pasaba el tiempo, ya se le iba la energía, claro, cansado, aplaudía con menos fuerza. Termino, lo tome de la mano y chau chau con mis compañeros y salimos-

-al otro día en el desayuno le dice a Nicolás, ¿sabes?, anoche yo fui al tango, y cuando llegamos, a mi mamá todos la saludaban, y estaba la televisión y le hacían reportajes y  me quedé sentado al lado del escenario, al lado de mamá, casi en los pies, al principio aplaudía mucho y me empecé a cansar, y en una de esas se apagaron la luces (Por el bis) y pensé que terminaba y se prendieron de vuelta, yo estaba cansado, y cuando terminó, mi mamá me agarró a upa y nos vinimos corriendo derechito para casa-

-Nicolás le preguntó, ¿y a vos te hicieron reportaje? No, me hubiese gustado-

-entonce yo le dije, pero, me hubieses dicho, yo le decía al periodista y te hubieran preguntado algo, y Nicolás dijo, mamá, yo también quiero que me hagan un reportaje, le pregunté por que y me respondió, por que quiero ser famoso-

Se quedó pensando, mirando a ese tiempo, navegando por los circuitos oscuros y agregó: -mirá vos lo que los chicos tendrían en su cabeza informado por su papá-

-hasta que un día me acuerdo cuando Sebastian me dijo que quería estudiar música, tocar la batería, tenía tres o cuatro años era la primera vez que lo escuche y le dije que bueno, y empezó esa búsqueda con el tango y a veces, jugábamos entre todos, y un día en la mesa se nos ocurrió a preguntar, ¿Qué sueños teníamos  para hacer con nuestros padres que no hubiésemos hecho’, entonces cada uno decía lo suyo, luego le tocó a Nicolás y contó lo suyo, y cuando le tocó a Sebastián, dijo; yo quiero tocar un tango con mi mamá en el escenario-

-¡te imaginás?, para mi ha sido todo muy significativo, pasaron tantas cosas y llegar así hasta donde estamos hoy, compartir con ellos y que quieran venir a escucharme, que les interese la música-

-y cuando es sus cumpleaños me piden que invite a todos los músicos a mi casa para que toquemos-

Evidentemente, La Algeri ha contado esta parte chairando en los sentimientos y me ha puesto la sensibilidad a punto.


-viarrapida- ¿Cuándo salís con tu pareja, vas a escuchar tangos?

-Carla: No, no, ha veces vamos a visitar a compañeros muy queridos para mi, en general tengo problemas de tiempo, me levanto a las cinco de la mañana todos los días y tengo que ir a Palermo a llevar a los chicos y después voy a la orquesta del tango y por ahí doy clases, después los voy a buscar y cuando llega el domingo no quiero salir ni a la puerta, quiero estar acostada y no hacer nada, a mi me gusta ir a comer, me encanta ir a comer, yo disfruto de ir a comer, disfruto ir al cine, me gusta ir a escuchar a mis colegas-

Por las dudas, pacte una comida dos o tres días antes, y, no la vaya a agarrar cansada, y pregúntele… ¿A que hora Carlita? Suave, mirando para el lado del río, para el lado de aeroparque.

-viarrapida- y que película te gusto

-unas de las películas que me dejaron mensajes que después me sirvieron, “Triunfal” que es la vida de Leopoldo Federico, yo toque en esa película, y el en un momento cuenta que cuando estaba cansado de estudiar, iba a La Ideal, y ahí tocaban Pedro Mafia, Pedro Laurens, los veía en la manera que tocaban y se iba a la casa y tocaba el bandoneón de vuelta y ese cansancio que el sentía y estaba ofuscad de estudiar le daba como una inyección de ganas-

-y hace poco estaba escuchando un disco de el, que tocaba con tano Berlingieri y a vos te da ganas de irte a tu casa por que pensás que hay que tocar así, ¿me entedes?, esa cosa de ir por más, ¿me entendes? Y después me acuerdo cuando fui a ver “Quereme así piantao” que era la vida de Astor, y me voy sola al cine a un medio día, al Tita Merello, era en esa etapa de mi vida donde estaba tratando de resurgir y fui a ver esa película, y no sabés lo que significó ir sola al cine y ver la película, muy feo-

Uyyy, dos cosas, del tango no la quitás. Y, esto que comenta de haber ido al cine sola…bueno, como que, me hubiese ser bombero para rescatarla. Algo que me entrado como una daga de dos filos. Me duele hasta el caracú.

-viarrapida- ¿en el fondo estás solita?

-Carla: …no se, creo que tengo dos certezas, mis hijos, siento que no me podría levantar a la mañana sin ellos y es donde siempre estoy, una es Seba y Nico, la otra es la música, si tengo eso no me alcanza el tiempo-

Ponga atención lector, le pregunto eso por que sale de su personalidad, por que se ve, por que lo tiene ahí, es sus pequeñas cosas, lo muestra, lo exhibe, aunque lo niegue, su imagen, su presencia, sus gestos, su búsqueda en el tiempo y espacio, en ese momento, en el aire que nos rodea…claro, lo negará.

-viarrapida- Repito, en el fondo, estás solita…

-Carla: Yo creo que no, por que esto (Esto…?) me acompaña mucho-

-viarrapida- Es otra cosa, como lo estoy escuchando, sos una luchadora, una gladiadora, salís al ruedo todos los días-

-Carla: Cierto, es así, soy una gladiadora-

-viarrapida- salís al ruedo a pelar para vivir con la mochila cargada de sueños, de triunfos y fracasos y con los proyectos que empujan y se estrellan contra imponderables…

Me siento un maldito, la empujo a que deje en libertad lo que la mantiene estructurada

-Carla: Ah si, en eso estoy sola, bueno, si tengo a mis hijos, a mi mamá que apoya, ellos me apoyan, mis hijos son incondicionales, yo les digo, chicos vamos a hacer esto y, si, dale mamá, y si, no es que tengo un lugar a donde ir a tocar la puerta, a tocar el timbre…

-viarrapida- veo que aflora el sentimiento, tu sensibilidad, la emoción al contar tus vivencias, hay luz o lágrimas en tus ojos, es otra cosa, que indica tu estado interior-

-Carla: Si, tengo a mi amiga Rosa, gran amiga de mi etapa del adulto ya, me ha acompañado en cada cosa, cuando me divorcie, cuando me mudé, cuando ocurrieron otras, es decir que la tengo presente en mi, nos hicimos amigas en el 97, en el 98, cuando la conocí, empezamos a ser amigas de grande y es un referente para mi, es la que me ha acompañado en cada cosa, o sea que hasta me ayuda a cuidarme los chicos cuando tengo que trabajar y ese aliento cuando me dice, dale, que va a estar todo bien”  cuando a mis hijos les ha faltado algo se los ha comprado-

-viarrapida- ¿puedo saber el apellido?

-si, ella es Rosa Mese, ya te digo, cuando mis hijos han necesitado algo ella se los ha comprado incondicionalmente, para mis hijos es la Tía Rosita, y nada, como decimos hoy, nuestra amistad está más allá que un montón de cosas, es como una hermana para mi, ¿me entendes?-

Evidentemente, la condición humana de Algeri es sensible a estas cuestiones, el reconocimiento a la lealtad, a su grupo que la ha contenido se pone de manifiesto para agradecer-

-viarrapida- y las energías que necesitas para reponer todos los días, ¿donde cargas? las baterías, donde enchufas la voluntad, el espíritu, esa que te empuja, aunque te duela el último pelito y te da fuerzas para salir al ruedo…

Como se produjo un largo silencio, no de radio, me vi empujado a preguntar, y le salí con esto, la interrumpí con esa pregunta, crees en dios, Escuche un Si, solito, solo, aislado, como pegando en el frontón, me contuve, la mire, y la ternura me invadió.

-viarrapida- ¿Cree en dios?

-Carla: Si

Entre este tiempo y la repuesta, se fue la nave que viajaría a Venus. El espacio quedó en blanco y fue recomponiendo el momento. Ella siguió ubicando en tiempo y espacio los momentos.

-mi padre fue un luchador, mi mamá siempre estuvo enferma con dificultades, pero siempre ha estado en mi casa en esas cosas de cocinar y que la ropa esté linda y prolija, esa es mi mamá, la imagen de uno, de sentirse bien, esa es mi mamá, y eso de salir para adelante y de caerse al fondo de todo y volver a empezar, ese es mi papá-

Definió su estructura. No era fácil seguir. Me imprimió con un halo de ternura.

-viarrapida- ¿Sos libre? Vivís en libertad…

-Carla: Yo creo que si-

Ante esta repuesta, ¿Qué hace usted amigo lector? Espera, Con respeto, por que vé que, “el creo” le está indicando…

-las dificultades que mas tengo son con el padre de mis hijos, pese a todos los palos en la rueda que se me presentan todos los días, el peor es el padre de mis hijos-

Si usted escarba aquí, es de mala persona.

-viarapida- Si, es un tema, pero me refería a la libertad espiritual, del alma-

-Carla: Si, de ahí si, desde ese lugar si-

Estaba tocada y abrí la puerta para renovar el aire, también yo estaba contagiado-

-viarrapida- por que te descalzas?-

-Carla: yo…, bueno, me descalzo…por que…

Estaba tocada en las profundidades del recuerdo, del espíritu, de su ser, una repuesta que siempre la dio con rapidez, ahora buscaba el punto, yo he leído varias notas donde dio la explicación al toque- aquí, buscaba salir a flote, como si estuviera en las profundidades de la pileta aguantando la respiración, le miraba los ojos, y sufría su sufrimiento, guardado, apretados, comprimidos. Empezó una explicación que salió técnicamente perfecta.

-Carla: Bueno, el bandoneón estuvo planteado para los hombres, si bien estuvo Paquita y de demás; el bandoneonísta de orquesta toca sentado y tiene zapatos como lo usan los hombres, es necesario para el tango que el pie este plano sobre el piso, bien apoyados, con unos zapatos planos que le permita el apoyo-

-sino, ciertos efectos del bandoneón no son posible, yo no soy muy alta, mido una sesenta, bueno, antes medía uno sesenta y dos, sesenta y tres…

Me agarró una tentación de risa que no me podía contener, pensaba, que;  los momentos difíciles le habían quitados dos o tres centímetros, casi salgo corriendo a medirme. Aguanté. Mientras las imágenes se superponían, me veía aplastado, achicando mi altura, y se me ocurrió, creo que debo medir diez centímetro menos,
La Algeri con su edad se había reducido dos o tres centímetros, yo, en su cuenta, casi diez, claro, no se enteró de mi pensamiento. Ella siguió con su relato.

-tocaba con un pianista que era muy alto, muy, un metro noventa, y claro, yo salía en las fotos con mis zapatitos y era muy feo lo que se veía, éramos Chasman y Chirolita, entonces pensé, me tengo que poner los tacos, por que me queda mejor, para verme más linda-

Ahí salió su coquetería, acentuó su modulación, se arregló el cabello, jugó con ellos recogiendolo en una colita y lo dejaba suelto nuevamente, busca su posición cómoda, me mira y sigue.

-pero los tacos no son viables para tocar, entonces, yo no podía tocar parada, por que no se puede tocar parada sobre un taco de ninguna naturaleza-

-entonces en ese momento empecé en esa cuestión de, bueno, yo podría entrar con los tacos y me los saco para tocar, y toco descalza, de esa manera tengo el pie plano, absolutamente sobre el piso, me devuelve los efectos que estoy necesitando y, a la hora de saludar o de vestirme o de realizar todas esas cosas, tengo la elegancia que me dan los zapatos con tacos-

Afloró su coquetería. Cambió su posición, cambió su vos, empezó a mimetizarse con su femineidad

-empiezo a ser eso y encuentro una comodidad perfecta, además, yo viví descalza toda mi vida, o sea, no, nada, yo en pleno invierno en mi casa vivía descalza, me entendes? Y salí a la calle descalza, entendes?

-entonces, no bueno, para mí el estar descalza es natural, y cuando encontré eso de tocar descalza, no importaba ni el taco que tenía, ni el zapato que tenía, mirá, yo me puedo poner el zapato que me guste para vestirme o lo que sea, y cuando llego tengo que quitarme el zapato de mi pie, que me devuelve la libertad y tengo la comodidad, la tranquilidad de tocar en libertad, me devuelve esa cuestión, el pie, el piso y yo, ¿me entendes?-

Claro que entendía, estaba escuchando a una mujercita que expresaba su naturaleza femenina, los detalles que resaltan su elegancia, su imagen y allí, irradiaba ternura, en su afán por mostrar su femineidad sin competir con el bandoneón, pero, ¿quién le va a discutir su belleza, su elegancia…Quien?

-viarrapida- ¿Cuál es tu virtud…

-Carla: El optimismo, soy optimista al extremo-

-viarrapida- ¿y cual es eso que ves y te molesta?

-Carla: la ignorancia, el despotismo, esa cosa que cuando la gente cree que está sentado a la derecha de dios y piensan que la única verdad es la de ellos, y me rebela de una manera que me sale una cuestión que no puedo evitar decirlo-

-viarrapida- ¿Te gusta hacer guiones, escribir…realizar alguna película-

-Carla: tuve una época donde escribía mucha poesía y ahora tengo menos tiempo, por que antes escribía a diario, desde pequeña inclusive, escribía mucho, escribía cuentos, y ahora no tengo el espacio para la composición, no tengo el espacio real para poder generar eso, y ahora solo escribo cuando alguien me pide que haga texto sobre algo, que escriba sobre alguna cuestión en particular, entendes? Bueno, siempre me gustó la literatura, yo era muy buena lectora, tengo uno de mis hijos, el mayor que heredó eso de leer muchísimo-

-viarrapida- y que te gusta de esta sociedad, o que no te gusta

-Carla: lo que no me gusta es la falta de respeto, el llevarse por delante a los otros, el sálvese quien pueda totalmente instalado, pero hay un segmento de la sociedad que por suerte, no, nada…

-viarrapida- ¿Dónde te sentís mejor, en Burzaco o en la Recoleta

Quedo pensando. Y agregué,- ojo, no por nada, solo te lo pregunto por tu forma de hablar,, de decir, de vestir

-Carla: digamos, en cada lugar hay una realidad, por ejemplo, Burzaco es mi barrio, esta es mi gente, mis recuerdos mis rincones… y una pena que mi barrio no es como era, recuerdo mis vecinos de siempre, no nada, en mi casa había un árbol de limones y cuando mi abuelo murió, murió el árbol, y yo plante uno en el mismo lugar, yo vivo a una cuadra de la estación de Burzaco, vivo al lado de doña Pilar, y nosotros no teníamos medianera y doña Pilar era un imperio, no nada, antes nos sentábamos y jugábamos en la vereda, hoy ya no podemos, mis cosas están acá…

Como ví que se quedaría recordando sus otros tiempos en el barrio la quité.

-viarrapida- ¿Qué te falta-

-Carla  ¿Dónde…

-viarrapida- en tu ser-

El silencio mata. La había quitado de su barrio, de su tiempo, de su aqullas cosas que empezaron a surgir cuando habló de su lugar.

-Carla: nunca gravé un disco-

-viarrapida- ¿Por qué…

-Carla: por que siempre considero que me falta, la gente cree que grabar un disco es cualquier cosa, se cree que es tener una computadora y comprar un programita y se graba un disco, o se paga a alguien y se hace un disco, eso para mi es cualquier cosa, un disco es un disco, un disco es un hijo, y creo que todavía no llegó ese momento-

-hoy podría decir que estoy más preparada para eso, por que, cuando logro ensamblar la formación, por otro lado no es el momento económico, y cuando por ahí estoy bien económicamente podría intentarlo, y tal vez la gente de las formaciones vuela, crece, se va para hacer otras cosas, o le ha llegado su etapa-

-viarrapida- me da la sensación de que estas sola o dependes de un grupo para tal o cual objetivo-

-Carla: No, en realidad aprendí y a golpe puro, la primera vez que hago algo como muy importante, para decirlo de una forma, por que, ponerle palabras a las cosas es muy horrible, por que uno no encuentra la justa-

-tocaba Juanjo Domínguez, Colacho Brizuela, con Lucho Gonzáles en tres guitarras hacían dieciséis conciertos, y me habían invitado a mi para que sea el grupo soporte, en el piano Mario Gadasa, pianista de Alejandro Abrodo, en el contrabajo Sergio Rivas, primer contrabajo de la Filiberto, Eduardo Pulis cantando y yo, y de cantante invitado conmigo, Alberto Podestá-

-se hace el primer concierto un viernes y al sábado siguiente me llama el pianista y me dice, “Carla, no voy a ir, después te explico por que” Y yo no quería ningún después, quería entender que estaba pasando ahí, en ese momento-

-y nunca me dijo porque, imaginate, en ese momento no podía salir a hacer eso yo sola, por que esto fue en enero del 2003, en ese momento yo podía acompañar a Eduardo (Pulis) en 5 tangos, no sabía acompañar cantores, tenía que tener el arreglo escrito, bueno, llamo al Tasso y les explico lo que me había pasado y ellos me responden “mirá Carla, la pegatina callejera ya esta hecha, y ahí dice Carla Algeri, a mi no me importa con quien vas a venir, vos tenes que venir y tocar”-

-lloré los dos meses- por que bueno, iba sola, sangraba por la herida y decía, esto no me va a pasar nunca más-

-yo voy a estudiar y voy a crecer, para que cuando alguien me diga no voy, le pueda responder, bueno, listo, no vengas, bueno, nada, hoy tengo esa autoridad, cuando alguien me dice, no vengo, le respondo, listo, no vengas-

-viarrapida- y, en aquella oportunidad, ¿tocaste solita?

-Carla: si, hacía solos de bandoneón y Eduardo cantaba tango-

-en los tango que lo podía acompañar eran cinco, más los cinco solos que me había hecho, entonces yo hablaba con la gente y tocaba, pero sufría, ¿sabes lo que sufría!, era una cosa que emocionalmente me destrozaba, salía desecha pese a los aplausos, no estaba preparada emocionalmente para aguantar semejante cosa, y más con tres tipos como esos que tenían una autoridad y eran músicos prestigiosos que me habían elegido para acompañarlos, entonces, yo tenía un peso sobre mi, terrible, y ahí me dije, esto a mi, no me va a pasar nunca más, y no permito que me pase ahora-

-viarrapida- Que experiencia fea…

-Carla: por eso te digo en general, si el grupo que pongo me encanta, pero un día dicen que no podrán venir, bueno, cambio, busco como solucionarlo aunque me genere un choque, ahora no permito que esto me pase, no dependo, ahora, si, por que este u otro no viene levantamos el concierto, no, bueno si este no viene, ensayamos otra cosa y listo-

-viarrapida- ahora decidís-

-Carla: Si, soy de tomar decisiones permanentemente, por eso le digo siempre a mis hijos, en la vida tenes que aprender a decir que si, cuando haya que decir que si, que nunca digas que si, cuando querés decir que no, ejecutar eso, hacerte responsable de eso por que eso tiene sus pro y sus contra-

Me quedó un amargo sabor de ese recuerdo donde –el pianista- aparentemente la traicionó y… ¿Ustedes se imaginan trabajar bajo presión? ¡¡Dura La Algeri!!

-viarrapida- ¿Quién tiene los ojos celestes en tu familia?

-Carla: mi mamá, mi tía, mi abuelo, mi padre, mis dos hijos…

-viarrapida- tu ascendencia cual es…

-Carla: por parte de mi madre vasco francesa, por parte de mi padre, italianos-

-viarrapida- Los ojos celestes vienen de los vascos?-

-Carla: si, viene de los vascos, si, y mis hijos tienen los ojos claros, los dos-

-viarrapida- bueno, vamos llegando a un final, cual sería tu objetivo próximo

-Carla: Mira, los otros días cuando jugábamos a hacer lo que no hubiésemos hecho, a mi me gustaría irme algún día de vacaciones con mis hijos, solo fuimos una sola vez, y era cuando estaba con el papá de mis hijos que fuimos a Punta del Este, por que tenía empresa allí, y me gustaría irme de vacaciones con mis hijos a cualquier lado, no me importaría a donde, ah, y una vez nos fuimos con Rosa y ellos una semana entera, hace como diez años…

-viarrapida. Bueno, las vacaciones no la podes hacer por que no queres vos…

-Carla: en realidad siempre estoy trabajando, es más, nunca me fui de vacaciones, siempre trabaje y de adolescente sí, y de ahí para atrás si, pero desde que he empezado a trabajar, desde mis 24 años en adelante, siempre trabaje, siempre trabajo-

-viarrapida- si mañana se presenta una posibilidad de tomar vacaciones…

-Carla: Yo ya tengo otro trabajo, haber, tendría que generarme el espacio, que me lo podría generar y me gustaría irme de vacaciones sabiendo que lo puedo pagar, que lo puedo hacer y disfrutarlas, me gustaría irme de viaje con mi mamá que nunca fuimos, me gustaría ir a cenar con mi papá que, nada, que nunca vamos-

-viarrapida- Y por que no vas, o van…

-Carla: Y por que el tiene su familia y cuando vamos, lo hacemos todos, y yo quiero ir con mi papá, como cuando era chica, solos, charlar de la vida y de tantas cosas, y yo no soy de nadar mucho contra la corriente-

-viarrapida- Sos de abandonar la lucha rápido…

-Carla: No, siempre voy hasta el final, pero tengo tiempo, yo tuve que esperar 20 años, no quiero que las cosas sean ya, te puedo esperar 20 años, yo cuando estoy con los estudiantes les digo; hay que aprender a vivir con las frustraciones, sino, uno no aprende, y cuando me enojo con mi viejo se lo digo, lo mismo con mi mamá, yo les digo lo que siento, peleo y voy en busca de lo propuesto, ¿me entendes? O sea, voy, sigo detrás de lo propuesto-

-y por supuesto me encantaría realizarme profesionalmente, me encantaría, realizarme económicamente desde ese lugar, cosa que peleo a diario, ¿me entendes?-

-viarrapida- ¿Qué pasó con Mederos?

-Carla: nos encontramos una vez, hablamos más de dos horas, me pidió disculpas y, seguimos charlando, y bueno, nada, a veces hablamos o nos encontramos, y yo siento que perdí con quien compartir ideológicamente la música, el concepto de la búsqueda, el tiene un lápiz en los arreglos que me gusta, y bueno, también entiendo, si para el está bien así, así debe ser-

-viarrapida-¿Qué pasa en el fondo, hay una puja por ser el número uno…

-Carla: yo creo que no, los tipos como Rodolfo, como Leopoldo, (Quedó pensando y respondió) Si, están los número uno…

-viarrapida- y vos como te sentís-

-Carla: yo me siento en el aprendizaje, yo quisiera ser como ellos, a mi me encantaría ser como ellos desde la musical hablamos, ¿no?-

-Tener el lápiz de Rodolfo, tocar como toca Leopoldo, tener los dedos que Leopoldo tiene, el sonido de Leopoldo, si amo mi fraseo-

-siempre les digo a los muchachos jóvenes cuando vienen, mirá, yo se que muchos se pasan miles de horas tocando muchas notas, y recuerdo que cuando empecé a estudiar me pasaba miles de hora, con mi primer tango con el bandoneón-

-con mi primer tango Sur, me pasaba miles de hora buscando el decir de “sur paredón y después”, ¡horas enteras tocando, buscando! Luego iba y le decía a Rodolfo, aquí lo encontré, y él miraba. Pero luego iba ami casa buscar el decir, eso que yo quiero decir, que para mi, hacer esa interpretación es importantísimo-

-y que hoy, muy poquitos la tienen, como esa cosa que tenía Aníbal Troilo que hacía una redonda ligada y les rompe el corazón, muy poquitos la tienen, muy poquitos, mi búsqueda es esa, eso si lo tengo, es una cualidad de las mías-

-viarrapida- vos practicas el bandoneón todos los día un poquito…

-Carla: mirá, antes lo hacía, ahora este año fue durísimo para mi, muy duro como cuando me divorcie, algo así, he tenido que desandar todo un camino, buscar nuevos horizontes, cuando se acabó lo de Colombia, me preguntaba que voy a hacer, ahora es la misma cosa, por que yo a mi casa tengo que seguir llevando las cosas-

-viarrapida- pero, ¿estás en la misma situación aquella…?-

-Carla: no, estoy un poquito mejor, no tengo las cosas cerradas, para decir sigo por ahí, vengo trabajando en ellas para sacarlas adelante, si logro esos proyectos que me han planteado y que he planteado con otros y están, bueno, el año que viene será un buen año y entonces volveré a tener ese espacio donde yo fije para el bandoneón todos los días-

-viarrapida- Carla, es tan interesante la charla que he quedado cautivo del tiempo y ahora, debemos de darle un final, que resaltarías…

-Carla: -¿a ver?, como es la pregunta…

-viarrapida- bueno, ¿Qué quisieras lograr para empezar ya, mañana, o por ejemplo, no puedo escapar de un pensamiento de un accionar de…

-Carla: por ejemplo eso que me golpea todos los días, me golpea y me golpea y me están golpeando, son las dificultades con el padre de mis hijos y nada, tenemos que sortear obstáculo permanentemente, es la piedra en el zapato que tengo y está y está, y no me permite hacer, por que siempre tengo que estar conteniendo un espacio que les afecta a mis hijos y eso, a veces me produce un malestar y afecta a mi organización laboral, nosotros hemos tenido que crecer mucho para enfrentar esa situación, mi hijos y yo-

-viarrapida- que sentís que necesitas para hoy, mañana…

-Carla: me gustaría tener siempre programación con mi formación, y tener las fechas comprometidas, poder grabar el disco y presentarlo-

-viarrapida- Y estás haciendo algo por eso…

-Carla, no, en este momento no-

-viarrapida- Bueno señora, nos vamos y dígame su deseo para el próximo año.

Espero que este año que viene nos encuentre juntos, bien, con ganas de seguir adelante con una sonrisa, estar con mis hijos, con mi música y los amigos queridos, tengo amigos de toda mi vida, por ahí son diez que están a lo largo de toda mi vida-

-este año, me ha faltado tiempo tal vez, para encontrarnos, por que ellos también tienen sus cosas, y el hecho que me haya venido a vivir lejos, causa un problema para encontrarnos, algunos son de La Plata, otros están en Capital, y otros están aquí en Burzaco y somos amigos más allá de todo, sabemos que cuando tenemos problemas o queremos vernos, nos tocamos el timbre y nos juntamos como si fuera ayer-

-bueno, tengo a mi hermana, tengo sobrinos, tengo una hermana pequeña de 12 años, tengo los hijos de Eduardo que son muy pequeños, y quiero que nos encuentre a todos juntos, con trabajo, con salud,

-viarrapida- vamos a recordarle a los lectores cuando naciste…

-Naci el 28 de enero del año 1970 a las 17,20 hs, en una clínica de de lomas de Zamora, y a los dos o tres día empecé a vivir en Burzaco, siempre en Burzaco-

-aun que, cuando fui a la universidad, viví un año en La Plata, luego me case y viví en Palermo, cuando me divorcie, me fui a Belgrano dos años, luego a Saavedra dos años, y luego aquí, que nunca deje de venir, lo hacía dos veces por semana a visitar a mi vieja, y ahora mis hijos me dicen, mamá, si algún día nos vamos de acá, nunca vendas esta casa- Y les digo que no, y lógicamente, si necesitan el dinero el día de mañana, que lo hagan, lo mismo que mis bandoneones, que ellos dispongan-

-viarrapida- ¿Cuántos bandoneones tenés?-

-Carla: Dos, uno es el primero que compro don Alejandro y el otro recién lo pude comprar este año, tengo uno negro nacarado y uno colorado mediano con nácar, bueno les pido si algún día me pasara algo, ellos disponga de todo y que allí hagan un centro cultural y a los bandoneones que los regalen a algún bandoneonísta, que sepan que esa música va a sonar-

-viarrapida- ¡¡Eh, está haciendo un legado…y sos una pequeñita que comienza a vivir…!!

Bueno, bueno, es un legado cultural, por eso hicimos una organización, para representación de artistas para la inclusión social, tengo siempre esa cosa de hacer un legado con la cultura. La organización funciona en la calle Pellegrini Bis, 706, Burzaco, y el teléfono es 4299-2267, y la hicimos para trabajar con la gente de Almirante Brown, para que todas aquellas personas que necesiten informarse, se acerquen y así tomar contacto con los formadores de nuestra cultura, el e-mail es carlaalgeri@yahoo.com.ar, y si me quieren llamar, allí estamos trabajando con Agustín Kolaric y otras personas en esta organización.

 Se había terminado la charla con CARLA MARÍA JOSÉ ALGERI, nos despedimos en el hall de la Casa Municipal de La Cultura,  le había sacado unas fotos y me llevaba su imagen también en las retinas, blusa de color rojo, pantalón azul marino, cabello suelto,   elegante, modales distinguidos y, me faltaba el título de lo que haría con su charla. Y algo que tuviera arraigo en la jerga tanguera. Y me sonreía pensando que, si la exprimía, salía jugo de tango. Y lo encontré: LA PITUCA DEL BANDONEÓN.